Dos días después ya habia aumentado bastante en peso y estaba más activo, y también más gruñón y ruidoso. Como todavia no tiene los ojitos abiertos los cambios de intensidad de luz le incomodan y empieza a dar grititos. Ya estaba así de mono y ya lo pude tocar (esperé a que tuviese más pelito y que conservarse mejor su propio olor, para no confundir a los adultos):
Como veis no hay forma de fotografiar su carita: la pega continuamente a mi mano para ocultarse de la luz.
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